TENGAMOS FILO

Dale, batíme la posta: vos no tenes filo. Yo no tengo chongo. Entonces, ¿por qué seguimos perdiendo el tiempo?. Vos estás solo, yo estoy sola. Dos más dos es cuatro. Bah, mejor dicho: uno más uno, dos. ¿Por qué no nos juntamos a hacer esas cosas que nos aburre hacer solos?. O, al menos, para hacer cosas que solos no haríamos. Ir al dentista; comprar ropa; jugar al Sudoku nivel para expertos; ir a ver a Nelson John al Velma Café, o un tributo de Ismael Serrano; ver películas del Bafici que nunca entenderemos. Tener una fija para llevar a fiestas familiares, que cuente chistes y anécdotas y discuta con algún tío pasado de copas. Ir a tomar un americano los domingos a la noche y, acto seguido, ir a ver despegar los aviones a Aeroparque. Esas cosas que hacen los novios, pero sin serlo nosotros.
Si, total, yo no quiero un príncipe azulado. Ni un bangundangunladu.
¡Para, no corras!. No, no te estoy proponiendo que seamos novios ni mucho menos. Te propongo acompañarte, y que me acompañes. A esos cumpleaños o fiestas donde es menester reirte de los demás con alguien que no sea uno mismo. A esas salidas de parejas donde siempre fuimos el "amigo miércoles", asi ahora somos viernes y sábado. O a esas cena-shows donde ir solo no da.
Dale, así cuando tengo ganas de hacer repostería, no me como las crossaints sola (vos te comerías la mitad); si pido un kilo de helado, no quedaría fundiéndose en el frezzer porque me empaché de sambayón y chocolate con almedras. Si quiero ir a un espacio verde a tomar mate, no voy sola, porque doy loca.
Ponete media pila, ¿o no hay cosas que te molestan hacer en solitario?. Mirá, es muy simple: básicamente nos acompañaríamos. Y técnicamente, también. No reclamaríamos cariño ni títulos, ni demasiada atención. Podrían existir besos, caricias, mimos y todo lo que hay en una pareja. Hasta ahí, todo depende de lo que el otro quiera ceder. Y yo no quiero ceder mucho. Lo mínimo y necesario.
¿Qué te parece?. Dejo abierto a cualquier tipo de consulta y/o modificación,a tu gusto y piaccere. Fijate, si te cierra, firmamos. No, para, no firmamos literalmente, vemos que onda mejor. Eso quise decir.
De más está decirte que si alguna vez lees esto, te das cuenta de que va dirigido a vos y me preguntas algo, voy a negar todo. Si es necesario, voy a negar hasta mi existencia misma, voy a cambiar mi identidad y me mudaré, viviendo símil al régimen de un testigo reservado, todo a causa del bochorno que sentiría.
Ahora, si te das cuenta que es para vos, sé piola: invítame un café. Yo no voy a oponer resistencia.