Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?

diciembre 31, 2010

PARA FUERA TELARAÑAS (balance '10)

Terminar un año -y que enseguida comience otro- es de una mística increíble. Es otra oportunidad que viene pegadísima cuando ya agotaste la última.
Y quizás este año, para mí, haya estado cargado de cambios, externos y de los otros. Y debe ser por eso que el comienzo de los '10 (como en otro momento nos referíamos a los '80, o los '90) me será recordado como un muy buen año.
Y ya empiezo a llorar de la emoción. Ya me pongo sensiblemente pelotuda y vivo de recuerdos que he ido guardando a lo largo de todo este año. Pongo temas tipo "What a wonderful world" o "Viva la vida", de Chiquititas.
Y está bien. Me emociona ver a mis hermanos tan grandes. Verme a mí misma tan grande, tan distinta a lo que terminé el año anterior. NO me atrevo a decir que estoy más madura, pero estoy más asentada. Más conforme que nunca conmigo misma.
Este es otro año más que se va para El Gacetín. Y había empezado con todo, creo que nunca hubo tantas entradas como este año. Se ha sumado gente. He escuchado más "macanudo tu blog, me enganchó" este año que anteriores. Y la verdad que El Gacetín se lo merece. Siempre estuvo ahí -acá, perdón, acá mismo-, tan solito, leído por los copados de siempre. Y un día fuimos más. Y está buenísimo.
Nada más quería agradecer en nombre mío y de El Gacetín Macanudo la buena onda de siempre. Bien, muchas gracias.
Como a veces soy un témpano -y éste es uno de esas ocasiones-, les dejo una canción de Chiquititas que encierra todos los buenos deseos que espero que se cumplan en el 2011 a ustedes, a mí, a Gachi, Pachi, los dos pelotudos del fondo y para todos mis compas.

Que el 2011 sea su año, felicidades.

Viva la vida

DOLORES, NO LLORES

No llores, María, no llores. No derrames ni una sola lágrima.
Hablarme a mí misma no es psicosis. Es a modo de Valium, para apaciguar las aguas.
El problema no es inseguridad. No es mi carencia de sentido común. No es siquiera terquedad.
Es la falta de autoridad que tengo sobre mí misma. Y es por ello que una decisión en mí jamás es definitiva.
Si ya es sabido que nunca nada será suficiente, debería de entenderlo. Someterme a la cruel verdad, asimilar que haga lo que haga, no va a bastar -porque para algunos nunca nada será suficiente-.
Pero, repitiendo hasta el hartazgo, es falta de autoridad, de respeto sobre mí misma lo que me aqueja.
No hay ningún santo y seña, no hay palabras mágicas, no hay siquiera un código morse que borre este ser de mí.
De repente, creí que era algo que iba a desaparecer con los años. Que la madurez iba a hacerme tal cual, igual a resto. Porque yo, en el fondo, siempre quise ser igual a los demás.
Todos estas emociones, todo este ser sensible, vivir tan a flor de piel me llevan a ver la vida desde otra óptica. Reparar en cada palabra utilizada, analizar cada ademán como un signo visible de personalidades ajenas. Que me han llevado a mandarme tantas cagadas...
Es casi padecer de ciclotimia. Es nunca tener certezas -y siempre tener miedos-. Porque una decisión nunca es definitiva.
Correr. Y no frenar hasta Dolores. Esa es la sensación.


¿Quién carajo te dio un lugar?. Si siempre hubo que gritar y hacerse valer.
Rayadísima, sí. Pero estos pulmoncitos siempre supieron cómo actuar. Dirigieron la batuta y fue menester bajarles un toque el copete porque -siempre, también- se iban de mambo. Por eso soy así, un torbellino. Y sí, una carencia absoluta de medidores de consecuencias.

Sinceramente, ya no tengo ganas de poner mi empeño para filtrar los pensamientos. Quien quiera oír, que lo haga. Al que le quepa el zapato, que se lo pruebe. Ya estoy pasada de rosca, ya ha pasado mucha agua debajo del puente. Ya me he cuidado, ya he sido benevolente, he pensado en quien tengo en frente y protegerlo de mis ganas de escupir mis ideas.
Ya lo hice, y como me hinchado las pelotas de que todos escuchen y no oigan, ahora voy a empezar a cagarme en todo. Yo lo lamento, evité por todos los medios llegar a esto, pero el vaso se ha rebalsado.
Y a quien no le guste, bien puede cortar todo tipo de trato para conmigo.
No me va a dar pena.

No llores, María, no llores. Derriba de cuatro tiros todo ataque a la emoción.
No derrames ni una lágrima. Sé más fuerte. Reíte. Corré, corré hasta Dolores, sin parar. Y no te des vuelta a mirar.

NO VOY EN TREN (ni en avión)

Viajar en colectivo es toda una experiencia.
La verdad, yo viajo hace muchos años en colectivo, en forma constante.
Ya he contado que el 92 tiene el recorrido más lindo, que los 61-62 son los coches más confortables y que las máquinas expendedoras se le traban sólo a las mujeres.
Pero hoy les vengo a contar lo que vive uno día a día sobre estos mounstros de más de tres ejes.
Ante todo, el colectivero. Hombre parco que se quita la coraza ni bien le deseas "buenos días", y le pedís boleto hasta Correo.
Te ubicas donde podes, conseguir un asiento en hora pico es más difícil que ganar algo en lo de Susana Gimenez.
Y mientras, vas viendo cómo se ubican los demás. Aquéllos que suben, sacan boleto y se quedan cerca de los primeros asientos son unos terribles mediocres chotos que merecen la hoguera. Gente, dénse cuenta, ¡estorban!, vayan para el fondo.
Pero no, ellos se quedan por ahí, deben creer que el fondo está lleno de maleantes y gente amiga de lo ajeno. No sé que le pasa a una persona por la cabeza cuando elige para su vida el primer tramo del bondi. Eso es aceptable nada más para jubilados, o abuelas que viajan con niños pequeños.
Entonces tenemos a los chotos de adelante, a los templaditos del diome (está bien quedarse ahí, pues en los colectivos de ahora hay mucho lugar para ocupar entre el primer tramo y el fondo, por la zona para personas con capacidades especiales, ya volveremos sobre eso) y los del fondo, que odian a los de adelante con todo su ser.
Volviendo a las personas con capacidades especiales, ¿notaron que el método para que suban al colectivo es totamente vejatorio y discriminador?; o sea, el colectivo tiene que frenar, el colectivero tiene que desajustar no sé cuantas tuercas y cinta scoth para armar la rampa para que el tipo en cuestión pueda subir. Eso no es inclusión, no sé, me parece a mí. Ingenieros, inventen algo nuevo.
Otra cosa típica del viaje en bondi es el viejo verde. El que ficha cada escote y cada culo que sube. Con una mirada lasciva que dan ganas de gritar "¡chofer, vamos todos a la comisaría más cercana!".
Peor que este engendro, es la mina que viaja parada, se agarra de las manijas de la baranda del techo y a cada rato se chequea el escote. ¿Qué miras, boluda?, ¿tenés miedo de que te las afanen, o que se hayan ido a veranear a San Bernardo sin avisarte?. No, no se te va a escapar una teta por aferrarte del pasamanos.Y no te preocupes, que de suceder, el viejo verde lascivo se te va a tirar encima y te vas a dar cuenta. Peor que el que sube y no tiene las monedas a mano -de este especímen especial de pelotudo ya he hablado en otra ocasión-.
Otra cosa rara es la vieja que busca apoyo. Que le parece siempre que el colectivo tarda, que se mete en el tráfico, etcétera. Su modus operandi es simple: resopla, dice algo por lo bajo -que bien puede ser "siempre la misma cantinela, todos los santos días"- hasta que alguien haga contacto visual con ella. Y ahí sí, cagaste, porque va a buscar convencerte de armar un motín para obligar al colectivero que vaya más rápido, que llegue antes a destino o que obligue a los jóvenes a ceder los asientos.
Pero si hay algo que me ofende hasta lo más profundo de mi entereza es el que se duerme y se te cae encima. Y siempre se sientan al lado mío, os muy chotos. Y siempre son gordos. A ver muchachos, peso 47 kilos, traten de no aplastarme. Tengamos el viaje en paz.

diciembre 08, 2010

JUAN MATRIOŠKA (el canto de la sirena)

En los últimos tiempos estuve bastante cosmopolita. Entre los muchachos de El Salvador, los ingleses (a los que les hice La Mano de Dios, en vez del típico "osooo!"), el reciente francés y mis expediciones por el mundo a través de la vida de otros, puedo decir que el mundo está aquí, en mi palma izquierda.
Mas te mentiría si no reconozco que hubo un antes y un después en éste, mi periplo desde la comodidad de Buenos Aires.
Ivan Zaitsev, el ruso, alias Juan Matrioska.
Ivan me arribó con un vaso de fernet, al grito de "A por ellos, a por ellos". Debía de creer que somos todavía colonia española, de modo que le frené el cántico, argumentando que si seguía diciendo boludeces algún fanático ferviente del fútbol, o cualquier cristiano harto del ruso nabo, iría a surtile unos buenos golpes.
En un castellano rico, me pidió que le enseñase la canción correspondiente:
-"¿Vos enseñarme la canción del fútbol?"
Yo, que hubiese accedido aunque me hubiera pedido algún encuentro carnal de cualquier tipo, me puse a cantar ahí nomás, y como si hubiese nacido para ello "volveremo', volveremo', volveremos otra vez, volveremo' a ser campeones como en el '86".
Será que en Rusia las minas no cantan canciones de cancha -eso de estar tan cerca de la Siberia y ese frío espantoso que tienen permanentemente debe de hacerlas algo frígidas emocionalmente-, o que Juan Matrioska carece de buen gusto (o simplemente tenía demasiado fernet acumulado), pero mi canto lo emocionó. Lo enamoró, más bien.
Y fue a partir de ese canto en que el ruso Ivan se convirtió en Juan Matrioska.
A partir de ese canto, tres litros de cerveza, fernet y unos cuantos vodkas.
-"Yo ser rusio. Argentina elegí porque yo quiero conocer latina. Yo Ivan Zaitsev. Ivan es su Juhan"
Ese fue el speech del ruso. Eso fue lo que dijo en su español paupérrimo.
-"Ah, los Ivanes en Rusia son lo que acá nuestros Juanes"

Pareció que hubiese dicho "te ganaste el gordo de Navidad", porque al terminar de decirle este silogismo estúpido (y llamarlo silogismo es una falta de respeto para la Lógica), Juan Matrioska aplaudió, me subió a la barra y agitó a la gente para que arengue. Faltó que gritara "el que no hace palma, no banca los trapos".
Sentí miedo. Un ruso acoholizado (y eso que los rusos deben estar siempre borrachos, si toman vodka todo el tiempo para calentarse, porque están muy cerca de la Siberia, y por ese frío espantoso que tienen siempre) hacía un cortejo de levante patético.

No hubiese sido tan terrible de no haber sido por la máquina de humo.
Vieron que en todo lugar pedorro de clase C hay una pedorra máquina de humo que asfixia y te llena el lugar de olor a crematorio (que nunca mide más de 4 m2, sino no se notaría el humo de fantasía). Se ve que en Rusia no hay máquinas de humo -y sí, con ese frío de mierda que tienen siempre, los boliches deben estar llenos de niebla, o cómo catzo se llame el fenómeno climatológico que los afecta-, porque cuando el nabo del tipo ese que se cree músico porque engancha temas (sí, el disc-jockey; léase: disc, jockey), puso la máquina en funcionamiento -y seguro a toda potencia, debe creer que tiene onda-, Juan Matrioska se puso pálido (más de lo normal, y eso porque están muy cerca del Polo, ni sol tienen, y encima el comunismo no les funcionó, una pena), y creo que por un instante, perdió la conciencia. Yo cuento en esta parte de la anécota también, pero de pura maldad, que el ruso se hizo pis encima del miedo.

-"Are you okey?", si, soy casi poliglota. Un toque me preocupé por el ruso. Quizás hasta me podría casar y tener la cuidadanía europea (¿está Rusia en la UE?, con el frío que hace y por estar tan cerca de la Siberia, yo no los dejaría entrar).

-"¡VAMOS A MORIR TODOS!", gritó el ruso atrevido, "¡FUEGO, HUMO!". Ahora le salía el castellano. Seguro era de Glew el ruso.

Acto seguido, salió corriendo. Yo lo seguí a ruso, era obvio que me iba a reír mucho.

Lo encontré corriendo por la vereda de Alvarez Thomas. Hasta que se refugió en un puesto de diarios. Pobre canillita, recién levantado, escuchando un ruso que decía que el boliche se había incendiado, que llamara a los firefighters.
Por suerte llegué, a tiempo para decirle al canillita que era todo mentira, que el ruso se había tomado hasta el agua de los floreros y que todo había sido producto de una máquina de humo berreta.

-"Pibe, volvete a la Siberia", le dijo el canilla. Un maestro, un capo. Chapeux al hombre éste.

El ruso se sentó en el zaguancito de una casa de esas que abundan en Colegiales.

-"Perdona, creó que era fuego"

-"No, está todo bien, Ivan. Vamos a ver si nos dejan entrar de nuevo sin garpar"

La verdad, hubiese preferido cruzarme con el Ruso Suar, más que con Juan Matrioska. Me parece que hubiese sido más divertido.
Nunca, nunca se me va a cruzar por la mente ir a Rusia. El problema es que está muy cerca de la Siberia...

LO QUE TE HAGA FELIZ (poné tu mano acá)

"¿Esto es lo que te mueve?"
Le pregunté.
"Totalmente, ¿a vos no?"

Fue una mojada de oreja. Pero ni me inmuté, sabía que me miraba a través de esos Rayban oscuros.
Cuando me gustas, me vuelvo estúpida. Seguro estaba paradita ahí con cara de amor, seguro tenía las rodillas enclenques, seguro tenía los ojos brillando.
Cómo reías. Corriste hasta la orilla y mojaste los pies. Decías que de chico, te parabas ahí y saludabas a África.
Confesé que hacía algo por el estilo.
Todos los sonidos se ausentaron, y yo me quedé ahí, tonta, parada, mirando como te mojabas los pies. Con los zapatos en las manos, no quería llenarlos con arena.

"¿Qué haces?, no te quedes ahí, vení, moja los pies"
"Preferiría que no, estoy bien así"
"¿Sos feliz?"
"¿Con qué, con vos, con la vida?"
"No sos feliz, Mari, hubieses contestado directamente que sí. Si no estás siendo feliz, no está funcionando"
"Si, no sé, tendría que funcionar, ¿no?"
"Vení, moja los pies, es un algo con qué empezar"

Ya estaba en el baile, tenía que bailar.
"No, me puedo contagiar cualquier cosa"

"Alegría, por empezar. ¿Qué te haría feliz?", me preguntó, otra vez, tras los Rayban. Pero yo sabía que me miraba a los ojos, profundo, más que nunca.
Y tuve miedo. Como siempre, tuve miedo de llorar, de abrumarme, de colapsar y mezclar las cosas. Conté hasta diez.

"A mí me haría muy feliz mojar los pies en la orilla"
"¿Y qué haces ahí parada, entonces?. Vení y meté los pies"
"Já, quizás eso es lo que haga, cuando digo que voy a cambiar el mundo"

Me miró de nuevo, tras los lentes. Y me agarró la mano, y con ella se tapó la cara, para tapar la sonrisa que se le escapaba de tanta felicidad. Porque él sí, él hizo todo lo que le hacía feliz.

EL DON DEL LLANTO

Yo no soy una mina de llorar. No sé por qué, no fui bendecida con el don de llanto. Para qu eyo derrame una ágrima, debe aconteer algo similar a un catacismo. Algo que me de muchísima brnca; tengo que estar hiper enfadada para que se me llenen las cuencas ópticas de agua salada y la nariz, de mocos.
Pôr ejemplo en tres meses elegidos al azar (enero a marzo, 2009), lloré en la costa, de enojada nomás y casi, en e final de una novela. Pero fue una falsa alarma, se me había metido una basurita en un ojo.
Creo que mi escaso quiebre al llanto debe responder a algún trauma psicológico de la infancia. Ahora que hago una retrospección, recuerdo que de chica, cada vez que lloraba para que me den bola, mi papá me decía: "estás llorando de cansada". Y no conseguía nada, sinoq u me dejen llorar sola, hasta que me daba cuenta que así no conseguía nada.
Yo sé que llorar, lloran hasta los valientes. No es que no llore por temor a ser tildada de cobarde, o por temr de salir a la calle y que me griten "¡LLORONA!" desde el 22. Ese no es mi tema.
No tengo rollo en llorar frente a alguien, si tengo motivos para llorar.Pero una persona llorando genera en mí una incomodidad descomunal. Me dan ganas de vociferearle "dale, maricón, llorando no se solucionan tus problemas, deja de moquear". Pero bueno, no soy Dios ni ninguna autridad cometente para obigaros a cesar el llanto -ahora, si lo fuese, ¡agárrate, Catalina!-.
A veces me gustaría ser más sentimental, más de llanto fácil. ¡He visto gente llorar con películas!
¡Increíble!, qué genial.
Voy a probar viendo "Los Puentes de Madison". Me dijeron que es re llorabe. Que sé yo, probemos.
No sé si es que tendré el corazón helado, o distraído con otros temas. Pero no tengo el don del llanto. Y no me pesa el espirítu.

octubre 07, 2010

SOLDADO QUE HUYE...

Lo peor no fue volver caminando a las 9 y media de la mañana el domingo, con el delineador corrido por todos mis parpados, con una botellita de vidrio de Coca en una mano y los zuecos en otra (porque sí, tuve que descalzarme, mis pies morían de dolor) y con un olor a noche encima que ni tres duchas al hilo lograrían borrar.
Lo peor fue cruzarme a mi abuelo Coco en la esquina de casa. Venía a hacer el asado.
-¿De dónde venis?, ¿de la guerra?
-No me hagas acordar, porque me vuelvo.
-¡Tenés sangre en el pie, mírate cómo estás, parece que te pasó un tranvía por encima!
-Casi, Coco. Ah, si, mirá, es una ampolla. Son los zapatos que me hicieron roce toda la noche. No me di cuenta que sangraba. No siento el dolor.
-Vamos, a ver si encima te ve alguien. Sé habrá visto, mi nieta mayor, en este estado, ¿qué va a decir tu madre?
-Seguro dice "¿qué, recién llegas?, pensé que estabas durmiendo". No me agarres, puedo caminar sola.

Mi abuelo estaba al borde del paro cardíaco. Y yo, al borde del paro cardiorrespiratorio, sino me iba a dormir en los próximos tres segundos.
La noche es como la guerra. Puede que ganes, pero alguna baja tenés que tener...
Una ampolla con sangre es mínimo. Podría haber sido mucho peor. Aparte, soldado que huye, sirve para otra guerra...

INSTRUCTIVO

El día que me enamore va a tener que sonar de fondo "Ruleta", de Los Piojos.
Él va a tener que tener mínimo, una sonrisa pícara, como de un nene que se mandó alguna macana.
Yo tengo que tener ganas de bailar, eso seguro. Si no, no me voy a enamorar.
Él no puede preguntarme mi signo, ni "¿María qué?". Me puede sí, preguntar de qué color son los cerezos, cuántos hermanos tengo (también, si es un osado, cuál es mi preferido) y cuál es mi Beatle favorito.

No va a poder ser si es un tipo serio. De ningún modo.
No va a poder ser si no se banca mis arranques. Éstos pueden ser de ira, de alegría, de tristeza (quizás me agarre un pedo bajonero), o hasta de nostalgia.
Tiene que compartir algo de mi infancia. Un programa de tele, alguna banda bizarra (si son Los Chakales, lo podemos charlar), o alguna cosa muy noventosa.

Sí, el día que me enamore tiene que sonar ese tema, y justo, justo, pasar el hombre de mi vida.
De última, prefiero el tema, y si no es el hombre de mi vida, por lo pronto que me divierta unos tres días.

DOS GOTITAS

-"Jajaja, ¿sabes qué me pasó?. Cuando te veía venir, flasheé que eras..."
-"Si, ya sé. No sos el primero que lo dice"
-"Nunca me había dado cuenta"
-"Qué raro, eso también ya lo habían dicho"
-"¡SON DOS GOTAS DE AGUA!"

Me cago en ustedes. Y la ciencia me avala. Ninguna es igual a otra.
"SON DOS GOTAS DE AGUA", ¿escuché?. Dios te ampare, sino voy a tener que aclararte las ideas con plomo.

COMUNICADO OFICIAL Nº 4

El reloj de la Torre de los Ingleses ahora está adelantado 6 minutos. Y las líneas 61-62 son las que tienen las mejores unidades.

A CADA CHANCHO LE LLEGA(rá) SU SAN MARTÍN

Si hay gente que odio con todas mis fuerzas es a aquellos que suben al bondi sin las monedas preparadas.
Manga de turros, cómo les gusta cagarse en el prójimo. ¿Tan difícil es preparar los morlacos antes de subir?.
¿Por qué todos nosotros tenemos que fumarnos esa cruel y vil manía suya de buscar monederos que parecen gustar de esconderse en los rincones más escondidos de sus carteras, mochilas, maletines y/o morrales, luego de subir y pedir "hasta Correo" o algún otro destino?.
Lo único que voy a decirles, a modo de advertencia, es que un día de estos va a llegar nuestro San Martín, y ustedes, chanchos asquerosos, van a pagar por la perdida de tiempo que nos hacen padecer.

septiembre 16, 2010

TRATA(n)DO DE PAZ

-Yo creo, Francisco -dije, queriendo sonar liviana, queriendo ser fatal- es que no sabes lo que querés. Y buscar excusas o usar palabras complicadas, no aligeran tu intrascendencia.
-¿Qué decis?
-Eso, Francisco, crecé. Elegí lo que queres de tu vida. Aunque digas 150 palabras, tu discurso sigue estando vacío. Vas a tener que llenarlo.
-¿Llenarlo de qué?
-No sé, de algo que te guste. Algo tiene que gustarte.
-¿Gustarme?, já, me gustan demasiadas cosas.
-No presumas, Francisco, magnificas tu inseguridad.
-No digas pelotudeces, das pelotuda.
-Claro, hablando la gente se entiende. Mira, Francisco, a modo de recomendación te lo voy a decir nomás: si vas a decir, decilo del todo si no, no digas nada. En cualquier tema, en la vida.
-A veces te odio.
-Para mí, son las menos. Entiendo si está todo mal.
-¡Pero si me agredis!
-Vos te agredis solo, Francisco. Yo te aviso nomás, es mi tarea. El que da pelotudo sos vos, vocifereando mares de palabras y no diciendo NADA.
-No entiendo cómo haces para ser tan violenta y que no se te mueva un pelo, que te salga tan natural.
-Ya te dije, no es violencia. Violencia es mentir.
-Estás loca.
-Bueno, si así mitigas tu ira...amén.
-¿Y si mejor cambiamos de tema?
-¿Cuánto más vas a seguir haciéndote el zonzo?. Lo único que logras, es darme la razón. No importa, tengo toda la vida para que me des la razón. Por hoy, hagamos las paces.
-No te voy a dar nada. Salvo que me pidas perdón. Ahí podemos conversarlo.
-Jajaja, sería lo último que te pediría. Nada más quería acabar con la crisis existencial que marca tu vida.

COMUNICADO OFICIAL Nº 3

Noble transporte, el tren.

V.I.P. (very important pecadores)

-Morena, suspende TODO. Abro un malbec.
-No tomo vino.
-Abstemia.
-Que no tome vino no significa que sea abstemia. No seas inductivo.
-Impulsivo, más bien.
-No seas nada, entonces.
-Dale, convence a la noche, ¿cabernet o malbec?, hasta te dejo elegir.
-Me gusta más como huele el malbec.
-¿Y la noche?
-¿Como huele?, huele a quemado.
-Olerá a usted, o a partituras, me pregunto.
-A partituras, hoy a partituras.
-Ahhhh, ahora venis, por rebelde.
-Te dije que no, tengo planes.
-Suspende todo, he dicho, abro un malbec.
-No, he dicho que no. Tengo un compromiso.
-Ah, claro, para ellos todo y para mí, nada.
-Estoy hablando con un infante, casi me olvido.
-No me gustas cuando oles a humo.
-Menos mal que no acepté, estarías en un brete. Además, yo no huelo a humo.
-Dale, suspende TODO.

MERVEILLEUX

De pronto, me di cuenta de las cosas. De lo mal que estaba haciendo.
La vida sucederá. Dios proveerá.
Más si, metánse el frío donde gusten, yo me voy de casa a tocar rock & roll.
Y hasta Rio no paro, te mandaré postal desde Leblon.
Y si no querés, uffff, algún día volveré con algo más que la verdad.
Por lo pronto, bounasera, fascino.
Y cuando Rio no me alcance, el Central Park me estará esperando.
Abrir y cerrar los ojos, destapar y clausurar puertas. Correr y frenar, saltar y sentir, la vida misma sucederá.
Seré la reina del remo, la Lady Di de los terrenos borrascosos. El tiempo me dará un espacio y ya ni Central Park me habrá de alcanzar.
Serás testigo vía postal. O no serás nada. Habrá eso: el mundo de sobra. El mundo que me sobra. Y no serás vos.
No le digas a nadie, el manjar tercermundista cotiza en euros.
Ya no sé para qué te cuento, si no te quiero compartir más que una postal, y mis peripecias, alguna que otra vez.
Que les sea leve, total, a mí, lo peor que me puede pasar es estar lista para cantarle al mundo y que nadie vaya a oirme.

septiembre 08, 2010

DOS KILOS Y UN CUARTITO

-Hola, quiero un cuarto de siglo. Envuélvamelo para llevar.
-Uh, sabes que me quedé sin stock. ¿Lo precisas con mucha urgencia?
-Y, sí, un cuarto de siglo es de urgencia total. ¿No le entrará más esta semana?
-Y, no sé, tendría que hablar con el proveedor, a ver si él tiene, y si me puede traer antes del sábado.
-¿No podría llamarlo ahora?, sabrá usted, el tiempo apremia. Tengo un evento impostergable, y no puedo ir sin un cuartito de siglo.
-Señorita, un cuarto de siglo no es algo fácil de conseguir. Aparte, hay que llenar montones de formularios, no es moco de pavo.
-¿Entonces para este fin de semana no cabe posibilidad alguna de que me consiga un cuartito de siglo?
-Para serle sincero, es casi imposible.
-Pero, ¿y si hablo yo con su proveedor?
-Es que está prohibida la comercialización directa. Por ley, ¿vio?
-¿Y no hay otra cosa que pueda venderme, como paliativo?
-Eso depende, ¿usted para qué lo va a usar?, porque si es para cocinar tengo algo que puede sere útil...
-No, no lo necesito para cocinar. Tengo que viajar en el tiempo...
-Ah, ¿pero tanto necesita?, parece muy joven usted, yo diría que con una década y un puñadito de un lustro, le alcanza y sobra.
-No, es que, después quiero volver.
-Ahhh, siempre quieren volver todos. Por eso no hay stock que aguante.
-Es que, usted no entiende...
-¿Cómo no voy a entender?, ¿sabe las cosas que escucho, señorita?. Que quieren volver a los '60, que quieren ver como era Nacha Guevara natural, que lo quieren ver a Gardel...
-No, no es eso, es que mi papá a los 5 años me enseñó algo muy importante.
-Ah, entonces, ¿es que su papá murió?
-No, señor, es que...me olvidé, ¡y siento que era algo muy, muy importante!. No puedo ir a el evento que tengo si no me acuerdo lo que me enseñó mi papá. Siento que es algo base, como un valor muy importante, pero me lo olvidé...

QUIÉN PUDIERA VOLVER

No fue mi Valentino, ni mi tipo de traje.
Aún así, cómo lo extraño.
¿Quién dijo que debía ser ubicado, recto?. Ni siquiera tenía la vida hecha. A veces, ni siquiera tenía un plan.
Pero aún así, lo extraño.
Quiero hablarle, quiero oirlo. Cantar desde la habitación contigua. Verlo juntando jazmines.
Que me cuente la historia del por qué de cada tema.
Que me etiquete. Ya no me voy a quejar. Que diga lo que quiera. Yo no lo podría ni retar.
Y su sonrisa, sería mi sonrisa.
Y sus 30 de agosto, mis 21 de septiembre.
Esta vez, cambiaría de papel, si pudiese regresar.
Trataría, haría lo que sea, para que se convierta en mi Valentino, y hasta en mi tipo de traje.
Cada 15 días, tengo un deja vù de lo que va a venir. Si llega.
Esta vez, estoy preparada. Porque si pudiera volver, no volvería nunca.
Él me hacía bien, y yo le hacía bien.
Esta vez, no renegaría de ser su vida.

REVANCHA (los últimos serán los primeros)

Esta vez no estaba sola. Había un amante del buen trato y la gentieza de mi lado.
Me sentí con tanto apoyo moral, que me comía el mundo entre dos Criollitas.
Por cuestiones del azar, nací con un apellido que está siempre como cayéndose de la lista. Y siempre tuve que bancarme que los Álvarez, los Benítez, y hasta los López hablaran o se marcharan impunemente, mientras yo esperaba como una tonta, sentada y en silencio, para dar mi presente.
Pero ese día, por cuestiones del azar, los Álvarez, los Benítez y hasta los López recibieron su merecido.
-"Es una falta de respeto para los últimos de la lista que se retiren, o hablen mientras se sigue tomando lista. Ellos no hablan, ni guardan las cosas, acá no se va nadie hasta que diga el último apellido, ¿quedó claro?".
Y así, mi profesor implementó una novedosa y revolucionaria forma de tomar lista. De la Z a la A.
Y los Suárez, los Torres, los Zabalza, y los de la P para abajo tuvimos nuestra redención.

agosto 26, 2010

TOMADA DE PELO

Creo que quedé cesenteada en una de las fotocopiadoras de la facultad.
Algo así como estudiante non-grata.
Todo comenzó el martes pasado, cuando el el profesor de Administrativo (del cual hablaré en otro post, se lo merece) avisó que había dejado el material de estudio. Somos así en Derecho -así de pobres tipos-: además de libros, manuales, tratados enteros, fallos, leyes, códigos, decretos y reglamentos, debemos leer kilómetros y kilómetros de doctrina. Lo que vulgarmente los estudiantes llamamos "fotocopias".
Dejó todo en una de las fotocopiadoras chiquitas del 2º piso; no sé por qué, si cursamos en planta baja.
Resulta que el martes pasado, después de habernos largado a las 20.05, cuando su clase debiera concluir 5 minutos antes, porque todos cursamos otas materias a las 20.00 ¡en punto, buen hombre!, decidí fumarme mi puchito tranquila y pedir la carpeta.
Llegué, jadeando después de los tres tramos de escalera (ah, sí, porque el 2º piso es en realidad el 3º), y pedí la carpeta de Tawil-Barraza, comisión 7098.
Al pedo.
El señor que atiende me dijo que no la había ordenado todavía, que pasara al día siguiente.
Para no pelearme, me fui, cabizbaja, nomás. No dejé que la falta de material me ofusque.
El miércoles volví a la fotocopiadora. Se había caído el sistema, así que no hubo modo de que hagan lugar a mi pedido. No me enojé porque había tenido un buen día.
El viernes, volví a padecer los tres tramos por escalera, esta vez a las 20.10. Pedí el artículo que me faltaba porque todo lo demás lo había conseguido en Internet -porque soy un as en la web-.
-Uh, mirá, todavía no pasé la carpeta, la tengo, pero no la cargué al sistema.
-Bueno, ¿a las 21.30 estará?.
-No, no va a poder ser. Ya es viernes, el material se carga hasta las 7. Para mí, ya empezó el finde.
-¿Y por qué no cerras y te vas a tu casa, entonces?. ¿Es una tomada de pelo esto, acaso?.
-No, no está cargada la carpeta de Tawil, si querés pasar el lunes...
-¿Y para el lunes va a estar?, porque desde el martes que me venis diciendo que va a estar al día siguiente.
-Si, seguro el lunes ya está.
-Bueno, bueno, entonces vengo el lunes. Por las dudas voy a empezar una cadena de oración, para que hagas tu trabajo, ah, y disfrutes de tu finde.
Me olvidé de la cara de pelotudo del tipo de la fotocopiadora y de los futuros abogados que me miraban atónitos, porque cada vez elevaba más el tono de voz.
Volví ayer, martes, a las 20.00. Y tuve la suerte de tener un testigo.
-Hola, de la carpeta de Tawil-Barraza, comisión 7098, el artículo de Canosa, y un cronograma.
-Ah, ese artículo no vino. No sé, el profesor no lo debe haber traído.
-Mirá, me estás mintiendo porque mi profesor dijo que la carpeta estaba completa, y mis compañeros tienen ese apunte.
-Mirá, yo no tengo la culpa de que tu profesor traiga las cosas tarde. Ayer recién trajeron la carpeta, y ese artículo no lo trajeron. Hoy vino un montón de gente a buscarlo y el apunte no está. Seguro que lo sacaron de Internet.
-Mirá, mentiroso, desde el martes pasado que tenés la carpeta, desde el martes pasado que me la estás negando. Dejá de mentir, no me hagas que venga mañana con el profesor de testigo, porque el apunte o lo perdiste, o no me lo querés vender. En cualquier caso, dame el cronograma.
-El cronograma, ¿de qué materia?.
-¡TAWIL-BARRAZA, DERECHO ADMINISTRATIVO, COMISIÓN 7098!.
-Ah, la que está sacando ese chico.
Miré a mi costado. Un ignoto compañero mío (ignoto claro, no miré a ningún tipo más desde que vi al profesor, es entendible) me confiesa que estaba sacando la carpeta, atemorizado, claro, por la cara de loca que tenía, y porque la peligrosa agitadora resultaba ser su compañera.
-Mirá que el artículo de Canosa no está- le advertí a mi compa, como si fuese una denuncia púbica.
-Ya le dije que no estaba, si querés tu cronograma, son $1.70
Le entregué $10.
-¿No tenés más chico?.
Sacándome de mi maquinaria mental de "este tipo es un hijo de puta, ¿dónde podré reclamar?, le voy a mandar un mail al profe, no puede ser que me haya tomado el pelo una semana", le contesté:
-No, discúlpame. (Como si fuese un pecado no pagarle con cambio a un tipo que debe levantar por día más de $1500 en fotocopias no subvencionadas).
-Sabes que no te voy a poder dar el cronograma, no tengo cambio.
-¿QUE NO TENÉS QUÉ...COSA...?. COMERCIANTE SOS...CON PALA LA DEBES...QUIERO...MI...CRONOGRAMA...POR FAV...¡MENTIROSO!...ME VOY A...QUEJAR...AL DECAN...¡SOS UN TURRO, ESO SOS!.
-Cálmate, flaca, andá a sacar fotocopias a otro lado, yo con vos no trato más. Están todos locos acá, no se puede trabajar tran...
-¡CARADURA, SOS UN CARADURA. Y MÉTETE LAS FOTOCOPIAS EN EL SISTEMA QUE TE GUSTE, PELOTUDO!

Y me fui, completamente desequilibrada. Y sin mi artículo de Canosa...

COMUNICADO OFICIAL Nº 2

El recorrido de la línea 92 es el más lindo.
Más que nada, desde Villa Luro a Recoleta.
Sólo hay que abonar $1,25.

AJUSTATE LOS ZAPATOS (si querés bailar un rato)

"La Boda de mi Mejor Amigo" es una película que me encanta ver los domingos, a oscuras, tapada y con un litro de mate y una docena de facturas. Julia Roberts tiene una frescura, una naturalidad en sus gestos, que te crees que ella es Julianne, y no una actriz con una sonrisa hermosa.
Rupert Everett hace de su compa de laburo. Y es gay. Bueno, chapeaux a este tipo. Si Julia es natural y fresca; él es el rey de la personificación -todo lo contrario al que hace del mejor amigo, que tiene menos expresión que Karina Jelinek, el que se va a casar con una Cameron Diaz que en la peli está horrible, seguro no se había tocado la cara con el bisturí y botox-.

Ella va a conquistarlo a él -al que tiene menos expresión que la que opina que las chilenas son un poquito latinas-, que además de ser su mejor amigo, es el amor de su vida. Después de desencuentros, besos no correspondidos y casi cagarse en el casorio, Julia desiste. Y se despide, en lugar de conquistarlo, como se había propuesto.
Bueno, digamos que si yo tuviese a un amigo gay que me diga lo que verás a continuación, si desistiría de conquistar, y me despidiría:

-De pronto, una canción conocida y luego, te levantas de la silla con un exquisito movimiento pensando, buscando, oteando el viento como un venado alerta. ¿Ha escuchado Dios tu plegaria?, ¿volverá a bailar la Cenicienta?. Y luego, de pronto, se abre la multitud, y ahí está él. Elegante, moderno, radiante de carisma pero, está al teléfono y claro, tú también. Va hacía ti, se mueve como un felino y aunque sabe muy bien que es gay como el resto de los hombres solteros increíblemente apuestos, piensas "¿qué más da?, es la vida". Tal vez no haya boda, tal vez no habrá sexo pero eso sí: ¡cómo vamos al bailar!.

Eso, así, simple, caído del cielo; justo cuando, ante tus ojos, ves tempestad: alguien que te invite al no reparo, a la despreocupación. ALGUIEN QUE SÓLO QUIERA BAILAR.

agosto 19, 2010

TIPOS BÁSICOS (naturaleza y morfología)

El tipo básico. Uffff, son como Dios, están hasta cuando levantas una piedra.
Para que sepas, puede ser inteligente, o un zonzo; fachero, o un muerto en el placard. Copado, o el más nabo.
Hay también, distintos niveles de básico. A tener cuidado, abundan. Por eso, creo que estos tips que te voy a compartir a continuación son para que tengas en cuenta. Para la vida misma.

Para empezar, tenés que saber que al tipo básico no se lo cura. Se lo puede curtir un poco -curtir, en el sentido de tratar, de amansar-, un tiempito. Pero su esencia es ser BÁSICO. Y no hay con qué darle.

Nivel 1 de tipo básico: El Justo y Necesario
Este espécimen se manifiesta a la primera de cambio. Generalmente, busca tranzar. No te va a hacer un trabajo fino, delicado. Es básico. Te va a tirar la boca, tantas veces como sea necesario, hasta que le correspondas el intercambio de fluidos bucales. Como si estuviera en una calesita esperando para sacar la sortija: si le das lugar, se va a tirar encima del calesitero.
Así nomás, torpe, casi violento.

Nivel 2 de tipo básico: Black & White
Este no tiene matices. Si te gusta, no puede entender, su cerebro no puede procesar el hecho de que no quieras estar con él.
Para él, es si o es no. No tiene la capacidad de entender que quizás, sea si, pero hoy no. La hace muy corta. Si es no, se da media vueta y se va. Aunque se muera de amor. Sus pulsiones están a flor de piel, no puede esperar, no puede esperarte. No entiende de sutilezas. No puede leer entre líneas. Sus acciones son espontáneas, no conoce de esperar, no conoce de sentimientos más complejos; los suyos son básicos, por él...él es BÁSICO tipo II.


Nivel 3 de tipo básico: 5ta. a Fondo
Si te topas con éste, ¡huí!. Es todo lo que puedo decirte, no hay estrategia que funcione. No, no podes salvarlo. La vida lo hizo así. Y ni vos ni su vieja lo van a remendar.
No te va a entender, él no entiende. Nada de nada. A duras penas, se entiende -a veces- a sí mismo.
Es un cavernícola modelo 2010.

Hay también, unos consejos ahuyenta-básicos que quiero compartirte.
Todo lo que escribiré a continuación podes decirle a un tipo básico. Si te la bancás. Y de ser así, también te podes divertir y transformar una tediosa relación con un tipo básico en una anécdota super simpática a relatar en cumpleaños, agasajos y eventos sociales afines.

*Después de besarse, o tener algún otro tipo de acceso carnal, podes mechar con tu mejor cara de poker: "Y, ¿ya somos novios?".
Es infalible. Úsala recatadamente. Después no quiero quejas. Eso sí, tenés que llegar al punto de que pase algo con este engendro de Sátanas.
*Si te querés reír, decile: "Yo quiero que construyamos algo especial, duradero. Quiero conocer a tus amigos, a tu familia". Si logras contener las lágrimas de risa, avísame.
*Y si no querés verlo nunca más en tu vida, ésta tiene que venirte como anillo al dedo: "Quiero que, pase lo que pase, nos quede algo lindo, como una amistad".

NO HAY TAL CRISIS

Había llegado tardísimo. Aunque no había horario pactado. Sin embargo, era tarde.
"Los textos ya no saben lo qué es una sangría", pensé.
La flexibilidad nos va a llevar al fracaso.
Escupió tristeza, y comenzó a agitar un pañuelito, a modo de despedida.
El gran baile en el cielo, nunca fui lo que correspondía -a mí, el saco siempre me quedó grande-. No me quejo, quéjense ustedes. Yo tengo otras cuestiones que atender.
Por empezar, tengo que entender de qué va la vida, encontrar mi lugar y mi media naranja, así todos me aplauden y no me piden más. Después me quedará tiempo para ser feliz y armar lo mío.
Para nuestros padres, nunca nada será suficiente.
Y aunque mis cuencas se inunden, el show debe continuar. Yo no quiero esta pena en mi corazón.
Peor que perder al solitario.
Ser sensible en el mundo contemporáneo no garpa. Y tener miedos, tampoco.
No correspondo, entonces, a este mundo. Estoy llena de sentimientos, y de miedos. Y no es una cuestión a resolver con diván. Es una cuestión a resolver por cuenta propia.

OVERKILL

"Scrubs" es una serie yanqui muy cómica. Algunos dirán que es puro humor negro, otros que Dr. House es una copia del Dr. Cox, y otros que el protagonista es un nabo. A todas estas cuestiones las atendemos por la puerta de atrás. No entremos en debates pelotudos que me alejen de lo que quiero decir.
Lo importante es un capítulo de esta serie. Están todos mal, no dan pie con bola y a todos se les presentan sus propios fantasmas, sus propios miedos. Y esto, ni más ni menos, es la historia de mi vida en 23 minutos de televisión importada.
El capítulo termina con Colin Hay, de Men at Work, cantando "Overkill" -una de las mejores canciones que he oído; que resume en mucho lo que siento, mi vida misma-.

No me puedo dormir,
pienso en las consecuencias.
Me sumerjo muy profundo y posiblemente, en las complicaciones.
Especialmente a la noche me preocupo de más.
Sé que todo estará bien, es simplemente aniquilador.
Día tras día, reaparece:
noche tras noche mis latidos muestran el temor.
Fantasmas aparecen y se desvanecen.
Vuelven, otro día más.

Lo bueno es que los fantasman vienen y se van. Y en el fondo sabemos que son sólo eso, espectros que están ahí, para que le demos batalla, les ganemos por un instante, aunque sepamos que el de mañana va a ser más grande, peor.
Uno tras otro, un miedo atrás del otro. Es la esencia del crecer. Por eso duele, por eso cuesta.
Pero cada fantasma vencido es una razón más para enfrentar al próximo, y así, poquito a poquito, entender que al miedo siempre se le va a tener miedo, porque no lo conocemos. Y así, aprenderems a convivir con él porque, como dije, el temor a lo desconocido sólo se pierde al enfrentarlo y obligarlo a dar la cara.

VAMOS AL RUEDO

"No tengas miedo, vamos al ruedo
y si te quieres perder ven conmigo..."

A veces me dan ganas de haber vivido en 1930, para ser Arlt y disfrutar del tango.
A veces, de haber vivido los '80, y ser Miguel Abuelo. Creo que hay algo en mí de él. No soy tan reventadita, pero toda esa cosa romántica que Abuelo tenía, creo que quedó vagando en el éter y se posó en mí, cuando nací, a último momento de esa década...

En serio, me encantaría.
Para ir en una Coupé Fuego a 90, subiendo por Libertador, con este tema a todo lo que da en un stereo que sólo lee cassetes, con un sonido de pésima calidad, cantándolo con un pibe al lado que sea ochentoso, una mezcla perfecta de Moura, Charly Alberti, Andrés Calamaro en ADLN y Luca Prodan.
Terminaríamos con una bola de boliche apareciendo de la nada del Riachuelo, ahí, en Puerto Madero, cuando no era canchero ni fachero.

COMUNICADO OFICIAL Nº 1

A partir de hoy el Gacetín prestará info útil.

El reloj de la Torre de los Ingleses está atrasado cinco minutos.
A tenerlo en cuenta.

agosto 10, 2010

(ganamos, perdimos) ¡IGUAL NOS DIVERTIMOS!

-Perdón, ¿no tendrías un cigarrillo?
Y yo, que estaba embelesada con uno que no miró en toda la noche, barbudo y con pinta de atorrante, ni me percaté de ese convidado, alto, rubio y con unos ojos que parecían representar el cielo una tarde de primavera.
-Tomá, ¿necesitas fuego, también?
-Dale, muchas gracias. ¿Te molesta si me siento?

Buscó una banqueta, la acercó considerablemente hacía mi lado, y le confesé:

-Si te vas a instalar, tratá de que no parezca que me estás levantando. Hace 45 minutos que estoy esperando que aquel tipo repare en mi presencia.
-Eso va a estar muy difícil. Porque, disculpá que sea tan directo, pero me senté acá porque me gustas.
-Ufff, qué directo. Esperaba algo más subido de tono, a decir verdad, cuando pregonaste que ibas a ser TAN directo.

Y sonrió. Creyó que era sincera y espontánea.
Punto para él. En eso, atinó -o adivino-.

-¿Cómo te llamas?
-María.
-Leo, un gusto.
-Igualmente.
-¿Y qué haces de tu vida?
-Te cuento, pero por favor, ¡que tu próxima pregunta no sea de qué signo soy!
-Trato hecho. ¿Edad?
-19
-Ah, sos muy chica. Esto no va a funcionar.
-¿Y por qué tendría que funcionar?; o sea, ¿es obligatorio que funcione?
-Viéndolo así, podrías tener razón...

Un tipo con las ideas claras, con expectativas, un tipo atento, buena persona. Pero más vale, no funcionó.
Me prestaba tanta atención, que de a poquito, empecé a cagarme en él. En su buena onda, buen trato, buen corazón.
Si, si. Sabotaje, otra vez. Me dijeron que reírme de todo es mi mecanismo de defensa. Y no mentían.
Bueno, por lo menos, me divertí.
Duró más del tiempo que tenía que durar. Nos soportamos mucho más de lo que hubiese sido políticamente correcto.
O, no, a lo mejor, fue al revés: no soportamos más del tiempo debido, porque era lo políticamente correcto.
Fuimos una compañía mutua un tiempo, hasta que consiguió una compañía mejor.
Y yo era muy inmadura para admitir que él había tenido razón desde el minuto cero: yo era muy chica, y no iba a funcionar.
Y él era demasiado básico como para leer entre líneas: desde el minuto cero le advertí que NO iba a funcionar. O que yo iba a ahcer que no funcione.
Así que, compensamos culpas, y quedamos empatados.
Al morocho barbudo con cara de atorrante no lo volví a ver nunca más.
Quizás, si hubiese notado mi presencia en esos 45 minutos de espera, todo esto no hubiese pasado.
Tiempo después, me enteré de que Leo no fumaba.

ÁBRETE, SÉSAMO

Me senté en el cordón de la vereda de casa, con el mate.
De repente, como si yo estuviese loca -o delirando, nomás-, se abrió el pavimento.
Una piba de unos 15 años me vino a decir que me están esperando para arrancar.
Miré a ambos lados, miré atrás. Sí, se dirigía a mí.
Le espeté, balbuceando:

-Chiquita, ¿qué precisas?

Revoleó los ojos, yo revoleé la melena. Salieron de abajo del pavimento unos 3 pibes más.

-¿Seguro no venís?, te lo vas a perder...
-Exactamente, ¿qué me voy a perder?
-Bueno, la mesa de dulces y el show de fuegos artificiales...
-Discúlpame pero, ¿estoy muerta?

La adolescente se rió como si lo mío fuese chiste.

-Mari, somos producto de tu imaginación. Estás durmiendo en el 93.
-Ah, bueno. ¿Hay chocotorta ahí abajo?
-Más vale, y está el Pipita Higuaín cantando boleros.
-Uhh, que naba, ¿por qué no lo dijiste antes?
-¡Ay, María, si te dije que te estábamos esperando para arrancar!

MARÍASOYSOLA (álter ego nº 12)

Un cajón repleto de encendedores indica peligro -por eso, papá escondió mi colección en el patio-.
Tomar un litro de Mocoretá sin diluir indica peligro.
Un botellón de aceite mezca indica peligro.
Y MaríaSoySola, más que indicar peligro, grita "cuidado, alta tensión".
ChicoMuyInteligente se dio cuenta al toque, cuando conoció mi cartuchera y vio todas esas microfibras de colores, y 9 lapiceras azules de trazos distintos y 8 negras, ídem.
ChicoMuyInteligente huyó en el instante siguiente cuando me poseyó MaríaSoySola.
MaríaSoySola es uno de -mis tantos- álter egos.
Tiene un discurso casi rayano con la paranoia, le gusta decir que nació para ser sola y que morirá como tal, antes de venderse a cualquier nabo que le pinte palabritas en el cielo.
Cuando toma posesión de mí, me siento abochornada, con una vergüenza ajena típica que me producen las idólatras de Ricardo Fort, o cualquier persona muy fanática de algo.
MaríaSoySola dice cada tontería, una trás otra que, cuando la freno y la encierro en algún recóndito rincón de mi inconsciente, es imposible remontar vuelo.
Sobretodo cuando explico que es sólo uno de mis álter egos, que deben hacerle caso omiso. Que no tiene importancia, que yo no estoy de acuerdo con ella. No es muy convincente, ¿no es así?.
Bueno, ahí todos huyen como ChicoMuyInteligente.
Ya les dije, MaríaSoySola es "cuidado, alta tensión".
Es una gataflora, una histérica que constantemente le busca el pelo al huevo; una llorona disfrazada de mina liberal. Es mala, hace sentir mal a mis pretendientes, que cada vez merman más, debido a sus intempestivas salidas. A diferencia de mí, los pisotea, los hace sentir inferiores. Sólo porque es una reprimida (claro, yo la reprimo, la amordazo, porque la detesto).
Es mala, mala, mala. Una resentida, una descarada.

Igual, tengo un plan: la próxima vez que salga, le tengo dicho a todo el mundo que la desfreneste. Que le griten que se vaya con su discursito precario a tomar posesión de cualquier otra piba.

Y si eso no funciona, mi otros álter egos se van a encargar de ella. Y ahí, vamos a ver quién es peor.

julio 29, 2010

DÍA FELIZ (algo más)

Un boleto de tren. Vía Circuito.
Un jardín lleno de calas, en pleno invierno.
Quiero tocarlas, comprobar que son reales.
Sensación conceptual: estímulo.
La luz se cuela por entre las hojas. Nos tenemos que mirar entrecerrando los ojos.
Quedas más lindo con zonas sombreadas y otras, más claras.
Sensación conceptual: lúmen.
Un beso en la frente, y vuelvo a sentir que tengo 4 años.
Me gusta. Como chapoteando con los pies en una gran pileta, llena de recuerdos. Y ese beso en la frente.
Me hace acordar a mis abuelos, la gente que ya no está. Me hace recordar un amor fraternal. Conocido, especial.
Sensación conceptual: alegría.
Y se va; y me abrazas, para que no sienta esa pérdida tan grande. Ya no importa. Ya me di cuenta de que no es lo mismo. Ni es igual.
Sensación conceptual: déficit.
Eras una perla. Apócrifa. Cultivada, quizás. Y por un segundo, tuve ganas de pedirte que me dejes. En mí, azotaban vientos huracanados, que no me llevaban a ningún lado.
Sensación conceptual: vendaval.
Pero no quiero perder este instante de felicidad que me revienta en la cara, retratado en un boleto de tren, un jardín de calas, un invierno y sensaciones.
Voy a recordar esto, y ya será mi día más feliz:
Una mano lava a la otra, y un pie calienta al otro.
Sensación conceptual: calidez.

SANTA MARADONA

Un tiempo después, me costó sacarlo de la carpeta de borradores (mundo difícil). Sepan disculpar (a veces, es demasiado cruda la realidad)

El primer recuerdo que tengo del fútbol es Estados Unidos '94. Maradona festajando un gol, con esa camiseta horrible. El mundial en que le cortaron las piernas. Que el doping dio positivo y quebró la ilusión de verlo besar, de nuevo, la Copa del Mundo.
Hoy 16 años después, también se quebró esa ilusión. Era su revancha. Era la revancha de los 40 milones de técnicos que habitamos este país. Él, cara visible de un plantel de jugadores crack. 16 años después.
Yo entiendo muchas cosas respecto a este Mundial. Que haya gente que no quiera que siga Maradona; que muchos periodistas y hasta ex jugadores lo critiquen. Puedo entenderlo y hasta aceptarlo. Porque vivimos en un país democrático.
Yo lo re banco a Diego. Re banco a la Selección, y me parece que el DT tiene que seguir, por lo menos, hasta la Copa América.
Invito a que leas dos notas, que fueron pubicadas en Clarín Deportivo, el lunes posterior a la eliminación.
La primera se titula "A veces el afecto da una buena lección".
La segunda, "Lo que la intimidad no quiso mostrar".
A mí me parece que hay que hacer dos lecturas de lo que nos dejó Sudáfrica 2010, más allá del ensordecedor sonido de las vuvuzelas; más allá de lo escurridiza que resutó la Jabula Ni.
El primero. Yo, ignota conocedora de la técnica del fútbol, pero con varios mundiales vistos encima, y con un cariño por la camiseta que no sabes lo que me produce, AMÉ ver jugar a este equipo. Tanto en las victorias, como en el terrible 4-0 con Alemania. Y es por eso que me creo con autoridad para hablar por muchos otros. Y creo que no me equivoco si sentencio que fue hermoso verlos jugar. Aunque Messi no haya metido un gol, aunque la defensa sea cuestionable, aunque la Brujita Verón esté re caliente porque no lo pusieron en su último partido como jugador de la Selección (igual, todo bien, Juan Sebastían, estuviste 3 -¡TRES!- copas del mundo; no tenes que mostrar más nada).
Fue increíblemente emocionante ver tanto corazón puesto en el campo de juego; escuchar esa hinchada, única en el mundo, que se imponía, partido tras partido, por sobre aquellos artefactos sonoros del demonio, entonando algo tan lindo como nuestro himno.
Ver a Diego hacer lo único que le faltaba hacer en su vida. Y creo que es por eso que nos queda un sabor aún más amargo: que no haya logrado lo que se propuso, él, el más grande.
El segundo. Sí, es cierto que hay muchísimas cosas a mejorar. Pero, ¿cómo van a ser mejoradas si no damos continuidad a los esquemas?. Esto es un reflejo de nosotros mismos, de una sociedad. A las cosas, hay que dejarlas que operen largo rato -y no 24 partidos- para comprobar si funcionan o no.
De verdad, me gustaría que leas las dos notas. Sobretodo la segunda, totalmente fuera de lugar.
¿Ha lugar a que un enviado especial a Pretoria me cuente si Tevez se enojó o no porque a Messi le festejaron el cumple y a Pastore no?. Y de ser así, ¿qué relevancia tiene?. ¿Qué se busca al transmitir semejante "noticia"?. El Apache es el jugador del pueblo, y si quiere, que sea también el defensor. Que si a Messi le festejaron e cumple y a Pastore no, que sea algo a resolver dentro del plantel. Esta nota da más el perfil de "Bailando por un Sueño" y el mundo Fort, no está a la altura de un Mundial de fútbol, señores.
Resolvamos el tema Niembro, esa es otra cuestión. Edítenle "El libro gordo de Don Niembra, un sinfín de pelotudeces inútiles que usted no quiere escuchar".
Somos 40 milones de técnicos. El 87% quiere que las cosas se mantengan como están. Hagan sus propias cuentas. La mayoría de nosotros, los técnicos, queremos que el más grande, demuestre, una vez más, que lo es.

VIS À VIS

Lo que leerás a continuación es totalmente real. La bastardilla me pertenece.
Doy algunas referencias a modo de ubicación, nomás. Sino, estás en el limbo leyendo esto.
Y una advertencia, también: a mí, la gente soberbia me molesta DEMASIADO.
Boliche, sábado, pasadas las 4 a.m.
Algunas cervezas ingeridas por quien suscribe y algunos golpes severos en al cabeza durante la infancia, por parte de mi interlocutor que pasaré a presentar en cuestión de segundos.

-“¿Bailas?”
-“No, gracias”
-“¿No bailas conmigo, o no bailas?”
-“No bailo con vos”
-“Ah, copada. ¿Podemos hablar, por lo menos?”
-“Como quieras”
-“¿Cómo te llamas?”
-“María”
-“¿María qué?”
-“Quédate con el María. Con eso basta, ¿tu nombre?”
-“Nicolás hajsgaDSFA” (N. de R.: eso sería su apellido, que no retuve)
-“Un gusto”
-“Igualmente, ¿sos de acá, cuántos años tenés?”
-“De acá del boliche, no. 21”
-“Jaja, mirá, yo tengo 22, hoy es mi cumple. ¿Qué estudias?, déjame adivinar. Economía”
-“No”
-“Pará, no me digas. ¡Ingeniería!”
-“No”
-“Diseño”
-“No”
-“¿Qué estudias?”
-“Derecho”
-“Yo también, en la UCA de Puerto Madero”
-“Como si hubiera otra. Yo en la UBA”
-“¿Sabes que tus titulares de cátedra, a los que vos no ves nunca, a mí me dan clases? (N. de R.: primer indicio de que estaba hablando con un soberbio que desataba la ira en mí)
-“Qué bueno por vos y todos tus compas”
-“Jaja, ¿en qué te vas a especializar?”
-“Derecho público, o filosofía del derecho”
-“Ah, sos zurda (N. de R.: segunda trompada a las puertas de mi tope de tolerancia a pelotudos)
-“Eso son apreciaciones tuyas, te va a ir bien así en la vida, flaco”
-“Nicolás, flaco no. Y bien me va, trabajo en el Senado”
-“Mirá vos qué bien, ahora me cierra por qué todo está como está”
-“Jaja, no puedo negar que sos ocurrente. ¿Qué opinas del matrimonio gay?”
-“Matrimonio igualitario. Es para reconocer derechos. No para avalar estilos de vida”
-“La media opina como vos. Eso porque están influenciados por los medios y todo lo inflan, pero mañana van a venir los zoofílicos a pedir que le reconozcan derechos, y como la sociedad los apoya, va a haber que legalizarlo”
-“Apreciaciones, macho. Ojo que estás razonando fuera del recipiente”
-“¿Sabes que hay estudios que dicen que los chicos que son criados por padres gays no resultan bien?”
-“Cítame las fuentes. ¿Quién lo dice?, una universidad de la que seguro no te acordas el nombre”
-“Qué mediocre que sos. Es obvio que te falta crecer. Tenes potencial, pero sos mediocre(N. de R.: parece que es gratis agredir, ¿será la nueva tendencia?)
-“Apreciaciones. Sí, soy re mediocre. Y vos sos la voz de la experiencia. Gracias por tu consejo, ya me voy a mi casa a crecer y tratar de dejar de ser mediocre”
-“¿Te puedo dar un beso?”
-“Ándate a freír churros”
-“Mediocre”
-“Saludos a tu vieja”
-“Pelotuda
-“Chau, pánfilo, nos vemos en los pasillos de Tribunales, futuro colega”

Y mientras me iba, con el triunfo moral que no me entraba en la cartera, le tiré un besito volador, sonriéndome.

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