Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?

marzo 04, 2012

VERSUS

-"Tarado, bobo, imberbe, la puta que te parió, zopenco, inútil, forro, nabo, asqueroso, pelotudo, kirchnerista, católico apostólico romano, gil"

-"¿Qué decis?"

-"Te quiero muchísimo"

Octavio tenía unos defectitos. Un puñado, nomás. Pero qué iba a hacer, no podía cambiarlo. Si él quería portar tal bandera política, yo me lo iba a tener que fumar.

Si él era peronista de Perón, y bué, peor hubiese sido que sea chavista. Eso sería más grave. Podía haberlo conocido con un tatuaje de Fidel, podía tener un tercer pezón. O podía ser imperialista, le podía caber el FMI y la guerra en Afganistán.

Siempre pensaba que podía ser peor. Podía ser fan de Patti o Aldo Rico. Podía hacer huelga de hambre para que vuelvan los militares. No sé, hay cosas peores. Podía mirar “Soñando por Bailar” y ser fan del fan de Wanda.

Aunque lo nuestro no funcionaba. Parecía una pareja judeo-cristiana. Sus amigos me decían “radical” como burla y se mofaban cuando respondía a quién había votado. “No hay oposición”, decían entre carcajadas. "Lago" me decían, no por Virginia Lago, la de las películas, sino por "la gorila"

Así que lo nuestro no funcionó. Él miraba 678 y yo puteaba al televisor. Yo decía que por la mitad de la inflación que hay, a Alfonsín lo habían echado como a una rata porque éste es un país de peronistas, y Octavio se ponía como loco.

Él recitaba un discurso de Perón y yo le decía que Duhalde también lo hacía.

Y nos peleábamos de nuevo.

Tuvimos que separarnos, fue más fuerte que nosotros.

A mí me quitaron la SUBE y el subsidio de la luz y el gas.

SANTO TOMÁS

Nunca vas a ser como Tomás Arceo. Por más que todos digan que son iguales, no le llegas ni a los talones.

Tomás Arceo me da ganas de gritar, parada en un banquito de madera y tres patas, ¡AMOR!, ¡ALEGRÍA!, ¡PAZ MUNDIAL!

En cambio, vos, me dan ganas de gritarte ¡peste bubónica!. Ni un poquito te pareces a Tomás Arceo. Nada. Nothing. Hill. Gil.

Tomás Arceo es único en su especie. Me atrevo a decir que ha sido enviado a este planeta para mostrarle a las minas lo que nunca podrán encontrar entre los simples mortales.

Porque, ante todo, Tomás Arceo es un diez. Un D10S. Es más que Maradona. Es más que Zaffaroni, es más que tu vieja. Y como te tengo dicho, ni a los talones le llegas. Esa manera particular que tiene de fumar en los pasillos. Ese porte, impregnado de charme, que ostenta en cada peldaño. Esa voz que le indica al que lo oye que ha llegado al Edén.

Pero vos, vos ni un octavo de Tomás Arceo. Ni la pinta, ni el porte, y con respecto a tu voz tengo muchas cosas que decir.

Tomás Arceo es el cartel que indica “usted está en el cielo”.

Es la razón de mucha gente de seguir estudiando Derecho.

Es la personificación de la belleza, en su máximo potencial.

Es sin duda, lo mejor de tal alta casa de estudios.

EL DÍA QUE ME QUIERAS (2)

QUE NUNCA TE HE OLVIDADO

Nos conocimos hace rato. Nos conocimos hace mucho tiempo. Yo no sé exactamente qué sentí cuando lo vi. Creo que no se me movió un pelo. Estoy segura. Supongo que a él si, por algo me buscó. Pero no lo voy a poner en tela de juicio; no estamos aquí para juzgarlo. Por ahora.

Lo cierto, y de lo que no caben dudas, es que nos conocimos, me buscó y me encontró. Yo cedí porque estaba sola, aburrida y no tenía otra cosa mejor que hacer. Y ese fue mi error.

Creer que era una ocupación momentánea, y no poner el esmero que la situación ameritaba. Esos fueron mis primeros equívocos.

Pero, bien, debo admitir que no fue solamente mi culpa la que acabó con nosotros. La verdad es que él no me tomó en serio, y yo no me comporté. Yo no estuve a la altura de las circunstancias. Más bien estuve al metro cincuenta, como si tuviera doce años.

Y así la pagué también, cuando quise darme cuenta, él me retiró el buen trato y su cariño. Y yo me quedé sola, aburrida y sin nada mejor que hacer que llorarlo. Llorar para no complicar más las cosas, para no encararlo y preguntarle por qué. Por qué a mi, por qué de ese modo, por qué no me quería.

Y desde ese mismo momento, me enamoré, y él…El pasó a ser el hombre de mi vida. Justo en el mismo instante en que ya no quería saber nada de mí.

NO VENGAS POR MÍ (sólo sea para quedarte)

No me vengas a buscar cuando esté casada. No.

No me vengas a buscar cuando sea madre de tres pibes. No va a funcionar y posta, no creo que te de cabida.

Ya voy a estar grande para tomar Camparis sin culpa. Voy a tener una familia a cargo y voy a ser grande.

Voy a tener un jardín con hortensias y jazmines que protegeré de los caracoles y las hormigas.

Planes de vacaciones a la costa con chiquitos. Sacoas, palitas y rastrillos. Voy a tener que juntar plata para viajes de egresados y en febrero, ir a la librería Ramos con listas de útiles.

Voy a tener qué saber cual es la dieta más balanceada y recordar qué día es la reunión de padres.

Voy a tener que pensar de domingo a domingo qué hacer de comer, sintiéndome la mayor frustrada cada vez que ingrese a la cocina.

Voy a estar pensando cuando vencen los servicios, en llamar al mecánico porque el auto hace un ruido raro, en qué hay que comprar en el super.

Voy a recordarte simplemente. Ya habrás dejado de ser prioridad hace muchos años. Mis prioridades habrán cambiando tanto.

Voy a ser tan grande, y vos serás sólo un recuerdo. Feliz, pero recuerdo al fin.

Así que te pido, por favor, que me rescates ahora y no permitas que me pase todo esto.

Que me agarres y me hagas escapar de un futuro tan normal.

Que no hagamos planes y vayamos viendo sobre la marcha.

Quiero una vida de adrenalina, y no planificada.

No vengas tarde, que mañana puede ser muy tarde.

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