Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?

junio 08, 2009

UN TIEMPO DESPUÉS

Diez años después, mejor reír que llorar.

No fueron diez años, pero sí fueron seis meses. Y la última vez que te había visto la verdad, prefiero olvidarla. Pero bueno, la vida es así, hay momentos que uno quiere absorber en el inconsciente para siempre, pero hay algunos con los que no hay caso. Son fuertes, grandes, y siempre vienen a la memoria.

Pero bueno, ayer te vi y no voy a faltar a mi palabra: fue agradable en demasía.
Uno tiene dos opciones, dice un conocido: VIVIR la vida, o DESCRIBIRLA. Ayer opté vivirla, no se me cayeron las medias ni un poquito cuando fuiste simpático conmigo. Ni un poquito cuando te portaste como un galán empedernido. Ni un poquito me temblaron las piernas cuando me mirabas. Porque después de muchisímo tiempo, puedo afirmar que no causas nada más en mi, solamente una inmensa ternura. Y eso es lo que yo llamo erosión del tiempo.
¡Ay, querido, lo tuyo para conmigo siempre tuvo un ápice de maldad!. ¡Ay, qué tonta fui en confiarte (mas no confiarme, porque nunca me desvelé por vos, siempre me desvelé contigo)!.
¡Ay, pobre de vos, si me crees tan enamoradiza!. ¡Ay, pobre de mi, si te creo que me elegiste!.
Lo positivo (siempre creo que la mejor manera de cerrar algo es guardando latente el recuerdo positivo) es que yo aprendí a no confundirme, aprendí que las cosas cuando se plantean bien, funcionan y, cuando se plantean más o menos, resultan calamitosas.
Off the records, no te culpo de nada, y no me culpo de nada, las historias entre inmaduros (nadie puede negar que lo éramos) son un tole tole. Y nos malinterpretamos. Vos y yo.
Y no me agarras más, ¿eh?. No, ya de esto aprendí y, aunque te guarde como una persona maravillosa, apuesto a una hermosa relación amistosa. Si, total, siempre voy a creer que me estás tomando el pelo, pero ahora ya manejo mis salidas, mis respuestas. Y te cierro la boca, quedando parada como una señorita de ley. Y no nos ofendemos, no nos molestamos. Recuperamos algo que habíamos perdido: nos recuperamos el respeto, lo cual es fundamental para que te puedas divertir conmigo y no estés pensando que te quiero decir que me gusta(ba)s; para que me pueda divertir y no pensar que estás pensando en cómo vas a salir corriendo.
Nada, me pone muy feliz que podamos compartir un grato momento como si fuésemos amigos, porque en algún momento lo habíamos planteado y nunca concretado. Que te entretengas conmigo, y yo contigo. Es realmente, encantador verte sonreír.
Aprendí a comportarme, y no ser presa de mis impulsos (los buenos y los malos, decirte que te quiero y pegarte un cachetazo), porque en el fondo de mi, sé que lo nuestro fue un cambalache, problemático y febril.

Quien mal empieza, mal acaba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"apuesto a una hermosa relación amistosa". muy lindo el blog, pero sin mentiras para la proxima vez.

Entradas populares