Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?

marzo 18, 2010

AGAMENÓN (1)

¿Nunca te conté de mi experiencia en Agamenón, no?.
Resulta que un verano, hace mucho tiempo, viajaba en un convoy a Necochea para conocer al tipo de mi vida.
En el kilómetro 542 de la ruta 63, colapsamos. Y unos metros más adelante, había una entrada a un pueblo.
"Bienvenidos a Agamenón. Capital Nacional del Mate Cocido Helado".
El convoy siguió hasta su destino. Y resultó ser que ellos sí conocieron al tipo de mi vida. Pero yo me quedé en Agamenón. Como siempre, estoy donde no debo estar.
Pero este pueblito tenía tantas cosas para descubrir. Y yo tenía ganas de hacer turismo.
Agamenón es un pueblito de la pampa húmeda, con unos mil habitantes.
Si, se conocen todos.
Llegué a la cantina del pueblo. Que además funciona como Pago Fácil y heladería.
El encargado del lugar notó al instante que yo no pertenecía al lugar. Pues tenía la cámara Nikon a rollo preparada, colgando en mi cuello, una visera y me había untado un pomo entero de Dermaglós factor 60 en el rostro.
-"Usted no es paisana, ¿no es cierto?. ¿De donde es, señorita?".
-"De la capital. Viajaba a Necochea, pero me quedaré unos días. ¿Conoce algún lugar donde pueda hospedarme?".
-"Si, por supuesto. Mi prima Chichita alquila cuartos. Llegó en buen momento, no estamos en temporada alta. Si usted viene en julio, acá no encuentra donde quedarse. Es que tenemos el festival del mate cocido helado".
En ese momento, se oyen gritos, corridas, y al dar vuelta mi cabeza, noté que habían por lo menos 550 personas en plena procesión, llevando un perro salchicha en andas.
-"TOPITO, TOPITO!!!!", vitoreaba esa multitud enardecida.
Algunos, más fanáticos, gritaban "AGUANTE TOPITO, ÍDOLO".
Sorprendida, salí a la calle, con el cantinero (que resultó ser su gracia Atilio).
Frené a una señora con ruleros y le pregunté que había sucedido.
-"No sabes, nena, lo que pasó. El hijo de Cuca, la panadera, viste, la que hace los vigilantes con pastelera; bueno, pasó que el hijo de ella le quiso sacar al hijo del ferretero don Osvaldo, la bicicleta. Y justo Topito, que es el perro de la iglesia, pasó por ahí, y viendo lo que pasaba, lo agarró al hijo de Cuca y lo mordió"
-"¡Ah, un heróe, Topito!".
-"Y si, nena. Figúrate vos que Topito es viejo, casi no escucha, tiene reuma y no ve de un ojo. Sin embargo, mira que bien que lo habrá educado el Padre Guillermo que el perrito salvó al hijo de don Osvaldo".
-"¿Y que pasó con el hijo de la panadera?".
-"Marta fue a buscar al cabo Garcia, que vino al trote y se lo llevó al hijo de Cuca detenido".
-"Perdón, ¿quién es Marta?".
-"Ay, nena, cuántas preguntas. Marta, la maestra, la que tiene el marido que es mecánico, Augusto."
-"Ah, está bien. Bueno, menos mal que apareció Topito".
-"Si, menos mal".
Y sientiéndome presa de mis impulsos, me sumé a la multitud enardecida, que se dirigía a la Municipalidad para pedir justicia, y para que se le reconozca a Topito todo su buen obrar y valentía.
A los cinco meses, me enteré que Topito, el perro justiciero, tenía una calle con su nombre.

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