Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?

julio 29, 2010

SANTA MARADONA

Un tiempo después, me costó sacarlo de la carpeta de borradores (mundo difícil). Sepan disculpar (a veces, es demasiado cruda la realidad)

El primer recuerdo que tengo del fútbol es Estados Unidos '94. Maradona festajando un gol, con esa camiseta horrible. El mundial en que le cortaron las piernas. Que el doping dio positivo y quebró la ilusión de verlo besar, de nuevo, la Copa del Mundo.
Hoy 16 años después, también se quebró esa ilusión. Era su revancha. Era la revancha de los 40 milones de técnicos que habitamos este país. Él, cara visible de un plantel de jugadores crack. 16 años después.
Yo entiendo muchas cosas respecto a este Mundial. Que haya gente que no quiera que siga Maradona; que muchos periodistas y hasta ex jugadores lo critiquen. Puedo entenderlo y hasta aceptarlo. Porque vivimos en un país democrático.
Yo lo re banco a Diego. Re banco a la Selección, y me parece que el DT tiene que seguir, por lo menos, hasta la Copa América.
Invito a que leas dos notas, que fueron pubicadas en Clarín Deportivo, el lunes posterior a la eliminación.
La primera se titula "A veces el afecto da una buena lección".
La segunda, "Lo que la intimidad no quiso mostrar".
A mí me parece que hay que hacer dos lecturas de lo que nos dejó Sudáfrica 2010, más allá del ensordecedor sonido de las vuvuzelas; más allá de lo escurridiza que resutó la Jabula Ni.
El primero. Yo, ignota conocedora de la técnica del fútbol, pero con varios mundiales vistos encima, y con un cariño por la camiseta que no sabes lo que me produce, AMÉ ver jugar a este equipo. Tanto en las victorias, como en el terrible 4-0 con Alemania. Y es por eso que me creo con autoridad para hablar por muchos otros. Y creo que no me equivoco si sentencio que fue hermoso verlos jugar. Aunque Messi no haya metido un gol, aunque la defensa sea cuestionable, aunque la Brujita Verón esté re caliente porque no lo pusieron en su último partido como jugador de la Selección (igual, todo bien, Juan Sebastían, estuviste 3 -¡TRES!- copas del mundo; no tenes que mostrar más nada).
Fue increíblemente emocionante ver tanto corazón puesto en el campo de juego; escuchar esa hinchada, única en el mundo, que se imponía, partido tras partido, por sobre aquellos artefactos sonoros del demonio, entonando algo tan lindo como nuestro himno.
Ver a Diego hacer lo único que le faltaba hacer en su vida. Y creo que es por eso que nos queda un sabor aún más amargo: que no haya logrado lo que se propuso, él, el más grande.
El segundo. Sí, es cierto que hay muchísimas cosas a mejorar. Pero, ¿cómo van a ser mejoradas si no damos continuidad a los esquemas?. Esto es un reflejo de nosotros mismos, de una sociedad. A las cosas, hay que dejarlas que operen largo rato -y no 24 partidos- para comprobar si funcionan o no.
De verdad, me gustaría que leas las dos notas. Sobretodo la segunda, totalmente fuera de lugar.
¿Ha lugar a que un enviado especial a Pretoria me cuente si Tevez se enojó o no porque a Messi le festejaron el cumple y a Pastore no?. Y de ser así, ¿qué relevancia tiene?. ¿Qué se busca al transmitir semejante "noticia"?. El Apache es el jugador del pueblo, y si quiere, que sea también el defensor. Que si a Messi le festejaron e cumple y a Pastore no, que sea algo a resolver dentro del plantel. Esta nota da más el perfil de "Bailando por un Sueño" y el mundo Fort, no está a la altura de un Mundial de fútbol, señores.
Resolvamos el tema Niembro, esa es otra cuestión. Edítenle "El libro gordo de Don Niembra, un sinfín de pelotudeces inútiles que usted no quiere escuchar".
Somos 40 milones de técnicos. El 87% quiere que las cosas se mantengan como están. Hagan sus propias cuentas. La mayoría de nosotros, los técnicos, queremos que el más grande, demuestre, una vez más, que lo es.

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