Si hay algo de lo que estoy podrida es de la discriminación que hacemos todos los días. Yo entiendo sus causantes psicológicas y todo lo que quieras. Pero estoy harta de sentir bronca cuando el colectivo no le frena a un tipo por simple portación de color, o pinta; cuando veo a un nene vendiendo tarjetitas en la calle, haga frío, haga calor; cuando veo a una señora con un chiquito en brazos tocando timbres, pidiendo algo.
De verdad, nunca vamos a tener una sociedad como corresponde en tanto y en cuanto las cosas sigan así. Todos los días contribuimos un poco más a la gran diferencia que existe, fomentamos la intolerancia, dividimos a la gente en dos bandos, donde parece que sólo hay buenos y malos, y nos olvidamos que sólo existen personas, todos víctimas del abandono por parte de los que tendrían que laburar por nuestro bien. Si al fin y al cabo somos todos tan ciudadanos como el otro, ninguno es más o menos valorable.
Te juro que me acongojo cuando escucho “hay que matarlos a todos”. Mi pregunta es a quiénes. ¿A aquéllos que lo único que no tuvieron fueron oportunidades?, ¿o a aquéllos que, habiéndolas tenido, no supieron aprovecharlas, aprendiendo valores y enriqueciéndose el espíritu?.
Sinceramente, creo que el problema central está en estos últimos. En la gente que tiene una familia bien constituida, una vivienda digna, la suerte de acceder a la educación y que nunca pasó hambre.
Podemos discutir hasta la eternidad miles de aristas. Si se les diese la posibilidad a la gente que nunca la tuvo, ¿harían todo lo que está en sus manos para aprovecharla?; si se baja la ley de imputabilidad y el pibe de 14 que mató tiene un juicio justo, ¿cómo lo reinsertamos en la sociedad?; etcétera.
Lo que, por supuesto, queda fuera de cualquier discusión es que todos tenemos la culpa, y mas lo que nos jactamos de bon vivants. La culpa es nuestra porque tenemos en la mano la solución y no la implementamos. De veras, hay que cambiar la cabeza, abrirla, incluir: incluirlos e incluirnos, comprometernos para dejarle a nuestros hijos una sociedad donde no te maten por un auto; donde vos disfrutes de tus cosas, y ellos de las suyas; donde no existan más antagonismos que los futbolísticos, y desaparezcan los mal aplicados.
Sé que suena grande, sé que suena mucho. Pero todo lo que hagas hoy, va a incidir en mañana. Si las cosas se hacen bien, mañana va a estar todo bien. Pensalo.
Se hace la remake de "La Banda del Golden Rocket". A vos, ¿cuál te gustaría que vuelva?
mayo 14, 2009
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1 comentario:
cambiar el mundo-o...
EMPIEZA POR VOS!!!
Ale Lerner todo esto q escribis lo tiene clarisimo, llamalo y organiza un peñao un bingo.
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